Una de las pretensiones del hombre ha sido siempre la de
ganar terreno al mar. Así nacieron las islas artificiales, obras maestras de la
ingeniería civil que hoy en día se utilizan para las más variadas actividades.
Pero si hablamos de tamaño, no hay duda en afirmar que la isla artificial más
grande del mundo es Flevopolder, en Holanda, con sus 970 kilómetros cuadrados.
¿Y en qué consiste exactamente Flevopolder? Son una serie de pólders (palabra
que designa un terreno pantanosa ganado al mar y que, una vez desecada, se
dedica al cultivo) que se encuentran en la provincia holandesa de Flevoland, la
última que se creó en el país europeo.
Flevopolder es una de las obras que confirma un popular
dicho holandés que dice que "Dios creó el mundo y los holandeses crearon
Holanda". Además de su tamaño, lo que hace que Flevopolder sea una
construcción especial es que no está por encima del nivel del mar y que está
completamente rodeada por tres lagos, Veluwemeer, Keterlmeer y Gooimeer. Los
trabajos para su creación arrancaron en la década de los 20 del siglo pasado,
tras una gran inundación que tuvo lugar en 1916, pero los dos pólders que
forman esta isla se completaron respectivamente en 1955 y 1968. Aunque su uso
principal debía ser la agricultura, hay grandes ciudades en ella como su
capital, Almere, la ciudad más joven de Holanda, que en enero de este 2014 ya
tenía casi 200.000 habitantes.
Muy lejos de los 970 kilómetros cuadrados de Flevolpolder se
encuentra la segunda isla artificial más grande del mundo. Se trata de la isla
de Yas, un nombre que será muy familiar para los aficionados de la Fórmula 1,
pues ahí se encuentra el circuito de Yas Marina, donde se celebra el Gran
Premio de Abu Dhabi, y el Ferrari World, un museo dedicado a la escudería
italiana. Aldar Properties inició el proyecto en el año 2006, invirtiendo
40.000 millones de dólares. En esta isla, todo un monumento al turismo y al
recreo de lujo, hay un parque acuático (Yas Waterworld, escogido por Los
Angeles Times en 2013 como el segundo mejor centro de estas características en
el mundo), una playa y múltiples tiendas y restaurantes.
Como muestra de la enorme diversidad que hay en el uso de
las islas artificiales de nuestros días, la tercera más grande es el Aeropuerto
Internacional de Kansai, en Japón. Y también la décima. ¿Cómo es posible?
Fácil, por sus dos pistas, la primera de ellas de 10,5 kilómetros cuadrados
inaugurada en 1994 y la segunda de 4 kilómetros cuadrados y en funcionamiento
desde 2007. La isla, que acogió el primer aeropuerto localizado en una joya de
ingeniería de esta clase, se construyó en plena bahía de Osaka y por ella pasan
unos 17 millones de pasajeros de forma anual, con más de 600 vuelos semanales,
500 de ellos con destinos asiáticos. La conexión con tierra firme se hace a
través del puente Sky Gate, aunque también hay un ferry que llega al aeropuerto
de Kobe en apenas treinta minutos.
Completan la lista de las diez islas artificiales más
grandes del mundo entre el cuarto y el noveno lugar el Aeropuerto Internacional
de Hong Kong (8,38 kilómetros cuadrados); Pal Jebel Ali, en Dubai (8 kilómetros
cuadrados, aún sin uso); el Aeropuerto Internacional de Chubu Centrair (6,8
kilómetros cuadrados); Palm Jumeirah, de nuevo en Dubai (6,5 kilómetros
cuadrados, uso residencial); la isla de Rokko, en Japón (5,8 kilómetros
cuadrados, también residencial); Port Island, también japonesa (5,2 kilómetros
cuadrados, de nuevo utilizado para viviendas).
Aunque estos grandes proyectos hacen que tengamos una idea
de las islas artificiales como algo propio de la modernidad, lo cierto es que
este concepto existe desde hace mucho más tiempo. Hay que remontarse a varias
construcciones diferentes que surgieron en todo el mundo. Por ejemplo, al os
crannoges escoceses e irlandeses, viviendas sobre el agua que daban del
Neolítico, hace más de 5.000 años; el Nan Madol de Micronesia, una serie de
pequeñas islas artificiales que comenzaron a construirse en el siglo I y que se
ha llegado a conocer como la Venecia del Pacífico; o las islas flotantes de los
uros en el lago Titicaca.