Hay pocas obras de ingeniería civil más impresionantes que
los túneles por la diversidad de elementos necesarios para que semejantes obras
se sostengan en pie con todas las garantías de seguridad. Y cuando entra en
juego el factor de la longitud, el resultado es aún más espectacular.
Repartidas por todo el mundo hay auténticas joyas de ingeniería que evidencian
que la orografía no es obstáculo alguno para que las grandes obras humanas se
extiendan a lo largo del territorio. Y en ese sentido no hay ninguna que pueda rivalizar en longitud con el
Acueducto de Delaware, en el estado norteamericano de Nueva York.
Construido desde 1939 (en la foto se puede ver un instante de ese proceso) e inaugurado en 1945, el Acueducto de
Delaware tiene una extensión de 137 kilómetros y un ancho de 4,1 metros. Hoy en
día es la principal vía de suministro de agua de Nueva York, con un movimiento
de casi cinco millones de metros cúbicos al día, lo que supone la mitad del
consumo de la ciudad. Una obra tan mastodóntica requiere un cuidado a la
medida y en enero de 2013 comenzaron los trabajos para reparar las pérdidas de
agua que se originan en el túnel. La idea era gastar mil millones de dólares
para evitar que se desperdicien 140.000 metros cúbicos diarios.
Será difícil que alguna nueva obra arrebate esta
consideración de túnel más largo del mundo al Acueducto de Delaware en los próximos años e incluso décadas,
ya que las mayores obras que ahora mismo tienen visos de ser realidad no
alcanzarán la longitud de este túnel norteamericano. El más largo que ahora mismo
está en construcción es el túnel de Qinling, en Shaanxi, China, también de suministro
de agua, que se quedará en los 98.300 metros. Más cerca se situará, con sus 123.000 metros, el túnel
ferroviario de Bohai Strait, igualmente en China, que es la obra en estado
avanzado de planificación más extensa y que en teoría se construirá entre 2017
y 2023.
Según el tipo de construcción, se pueden citar otros túneles como los más largos del mundo. El ferroviario más extenso sería el túnel de Selkan, en
Japón, que se prolonga a lo largo de 53,9 kilómetros, alcanzando los 240 metros
por debajo del nivel del mar para conectar las islas de Honshu y Hokkaido.
Selkan perderá este puesto de honor en el año 2016, cuando se completen e
inauguren los 57,1 kilómetros del túnel de Gotthard Base, que atravesará los
Alpes suizos. Incluso cederá la segunda posición dentro de los túneles ferroviarios allá por 2025, con la
finalización de los 55 kilómetros del túnel de Brenner Base, que compartirán
Austria e Italia también en los Alpes.
El túnel de Metro más largo del mundo es más extenso que el
ferroviario. La línea 3 del metro de Guangzhou, en China, tiene ese honor con sus 60,4
kilómetros de extensión. El trayecto comenzó a inaugurarse en 2005 y su última estación
entró en funcionamiento en 2010. Precisamente de Metro es el túnel más largo
que hay en España, la línea 12 del Metro de Madrid, el conocido como Metro Sur, que tiene
casi 41 kilómetros de largo, está en funcionamiento desde 2003 y es el
decimoctavo túnel de cualquier tipo más largo del mundo.
Si hablamos de carreteras, el túnel más largo de este tipo nos lleva hasta
Noruega. Se trata de Laerdal, que suma 24 kilómetros y medio, conectando la ciudad de ese mismo
nombre y Aurland desde el año 2000. Y si nos centramos en carriles peatonales o
para bicicletas, el mayor túnel del mundo está en Estados Unidos: Snoqualmie,
en el estado de Washington, se extiende a lo largo de cuatro kilómetros para
unir los condados de King y Kittitas desde que se finalizó su construcción en
1914.