Termina 2013 y el balance para la ingeniería civil no puede
ser positivo. La oscura realidad se refleja en el último informe semestral de
Euroconstruct, la red formada por 19 países del Viejo Conteniente. En el documento,
hecho público el pasado mes de diciembre, se confía en que el año recién
finalizado sea el que marque el final de la caída y que 2014 sea el del
comienzo de la recuperación, para en 2016 recuperar niveles similares a los que
tenía la ingeniería civil en 2012, cuando se produjo la caída más acusada desde
el inicio de la crisis económica en 2009. No obstante, esos datos hablan de la
situación europea. En España el panorama será algo más sombrío y seguirá
habiendo caídas, algo más moderadas eso sí, hasta 2015.
Según el informe de Euroconstruct, en España no habrá
muchos cambios en el próximo año, debido a lo precario del sector público y a
que no se esperan cambios en la política de las diferentes administraciones, en
especial de la central. Con respecto a 2013, el presupuesto total del Ministerio de Fomento para 2014 desciende un 6 por ciento, hasta los 17.310 millones de
euros, y la cantidad para inversiones cae un 11,6 por ciento, siendo la mitad del total para proyectos ferroviarios, hasta 4.573 millones. Para carreteras habrá 2.153 millones, el
24 por ciento del total, y 1.148 se destinarán a labores de construcción, 878 millones a la
conversación y 187 para convenios con otras administraciones.
La previsión es muy descorazonadora a corto plazo, por mucho que se haya empezado a atenuar muy ligeramente la caída del sector en este 2013 recién finalizado. En 2014
se espera un descenso del 13,4 por ciento, que se moderará algo más en 2015, hasta el 5,4 por
ciento, y sólo se espera un crecimiento en 2016. Tampoco será
excesivamente acusado, del 1,3 por ciento. No contribuye al optimismo que no se atisben grandes esfuerzos en la ingeniería civil por parte del sector privado. El
informe de Euroconstruct recuerda dos problemas que frenan esa posibilidad. Por
un lado, el conflicto de las autopistas que están en situación de quiebra y
para el que el Ministerio aún no ha puesto solución. Por otro, la reforma
energética del Gobierno que, según los diferentes sectores implicados, acabará
de ahuyentar a la iniciativa privada.
Euroconstruct es más optimista con sus previsiones
europeas, donde se espera que el descenso del 4,2 por ciento que se ha registrado
marque el último año de contracción. La obsesión de los gobiernos europeos,
incluyendo el español, por la contención del déficit hace que la inversión no
sea muy elevada en este terreno. Aún así, se espera un crecimiento del 1,2 por
ciento para este 2014 y del 1,6 por ciento en 2015. Con estos números, eso sí,
será imposible alcanzar los objetivos para 2020 de la UE. Los países
occidentales lastrarán la media y los del Este registrarán un mayor
crecimiento. El próximo informe de Euroconstruct se conocerá en la reunión del
grupo en Oslo que tendrá lugar los días 12 y 13 de junio. Entonces se verá el
grado de cumplimiento de estas previsiones y se concretarán los datos que se
auguran para 2016.
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